La
historia de Oren, el niño tucumano de nueve años con increíbles
capacidades artísticas, suena difícil de comprender para una sociedad
que a veces encuentra en las explicaciones mágicas caminos que le ayuden
a comprender la psiquis de un niño con autismo.
Oren
Domfrocht comenzó a dibujar a los tres años, un año y medio después de
que los médicos le diagnosticaran autismo y sorprendió a los padres las
perfectas proporciones de sus dibujos, lo que llevó a exponerlos desde
ayer en una muestra.
Florencia Vázquez, psicóloga especialistas en
niños con autismo, explicó a Télam que "las características de Oren
llevan a pensar que se trata de un tipo de autismo llamado Síndrome de
Asperger, que genera en las personas que lo padecen, intereses
restringidos y se destacan por sobre el resto no sólo de sus pares, sino
también de la sociedad en general".
"Toda la atención de estos
niños va hacia un tema en especial, y lo desarrollan de forma
sorprendente y la capacidad de percepción que tienen respecto de lo que
los rodea les permite ver y asimilar contenidos que los que no estamos
en su estructura de pensamiento, no podemos alcanzar", expresó la
especialista.
El caso de Temple Gardin es un claro ejemplo de
ello: una mujer autista que revolucionó las prácticas sobre el manejo
del ganado en los ranchos y mataderos en Estados Unidos.
Sin
embargo, tiene como contraposición el déficit en otras áreas, por lo
general vinculadas a lo social, a la interacción, y es común ver cómo
estos `niños prodigio´ suelen tener problemas de adaptación social,
lenguaje adulto o ausencia del mundo lúdico.
En definitiva, se
trata de entender que las discapacidades y las capacidades no son
generales en las personas sino que todos podemos ser mejores y peores en
algo, en definitiva distintos.
Articulo extraído de:
http://www.telam.com.ar/nota/27865/
No hay comentarios:
Publicar un comentario